No existe un consenso internacional sobre si someter o no de forma rutinaria a un examen de resonancia magnética estructural a los que experimentan un primer episodio de psicosis. Un metanálisis profundizó en este dilema en la conferencia de 2021 de la Sociedad Internacional de Investigación de la Esquizofrenia (SIRS por sus siglas en inglés).
Revisión sistemática y metanálisis del primer episodio de psicosis
El Dr. Graham Blackman, King's College, Londres, Reino Unido, presentó el resultado de una revisión sistemática y un metanálisis que buscó determinar la prevalencia de cualquier anomalía radiológica clínicamente relevante en aquellos que presentaban un primer episodio de psicosis (PEP).
No existe un consenso internacional sobre si someter o no de forma rutinaria a un examen de resonancia magnética estructural a los que experimentan un primer episodio de psicosis
Se recopilaron estudios publicados entre 1978 y la actualidad. Los estudios incluidos en el metanálisis informaron la frecuencia de anomalías intracraneales basadas en la evaluación de imágenes de resonancia magnética estructural de pacientes con un PEP; se excluyeron los estudios que informaron hallazgos agregados de neuroimagen o pacientes con hallazgos neurológicos.
Se recopilaron un total de 12 estudios válidos que proporcionaron datos sobre 1,516 pacientes con un PEP. Las causas médicas sospechadas se habían descartado en los 12 estudios mediante el examen de los historiales de los pacientes, la evaluación y/o el examen.
La prevalencia de cualquier anomalía fue del 26% con un número correspondiente necesario para explorar (NNE) de 4, es decir, se necesitaría explorar cuatro pacientes para detectar una anomalía. Como se indicó mediante el estadístico I2 , el nivel de heterogeneidad entre los estudios incluidos fue alto (92%), principalmente debido a un único valor atípico influyente. La prevalencia de anomalías clínicamente relevantes fue del 6% con un NNE de 17. El I2 en este grupo indicó altos niveles de heterogeneidad, pero sin valores atípicos (76%).
La prevalencia de cualquier anomalía fue del 26% con un número correspondiente necesario para explorar (NNE) de 4; la prevalencia de anomalías clínicamente relevantes fue del 6% con un NNE de 17
El rango de edad cubierto por los estudios seleccionados fue de 20 a 61 años. La edad no fue un modificador significativo de la presencia de anomalías estructurales.
La estimación más precisa de la prevalencia de anomalías estructurales en un PEP hasta la fecha
El Dr. Blackman sugirió que los datos presentados daban la estimación más precisa de la prevalencia de anomalías estructurales en un PEP disponible hasta la fecha, a pesar de sus limitaciones. Por ejemplo, se excluyeron los pacientes más enfermos, los umbrales de clasificación de anomalías de las imágenes por resonancia magnética probablemente varían entre los estudios y la exploración de la heterogeneidad entre los estudios también varía.
La edad no fue un modificador significativo de la presencia de anomalías estructurales
Sin embargo, lo que queda por debatir es si la prevalencia de anomalías clínicamente relevantes al 6% es lo suficientemente alta como para justificar la exploración de rutina de todos los pacientes con un PEP. Lo que no se ha determinado a través de este metanálisis es el beneficio clínico obtenido: si la anomalía podría tratarse y su resultado. Esto sugiere que ahora se necesitan análisis de costo-beneficio.
Cuando respondió a una pregunta, el Dr. Blackman dijo que cree que todos los pacientes con un PEP deben ser examinados –la resonancia magnética es una técnica de neuroimagen no invasiva y bien tolerada– pero que deben tenerse en cuenta las consideraciones económicas.
Our correspondent’s highlights from the symposium are meant as a fair representation of the scientific content presented. The views and opinions expressed on this page do not necessarily reflect those of Lundbeck.