Mejora de los síntomas positivos y negativos con agonistas parciales D2 de dopamina

Los agonistas parciales de dopamina D2 pueden mejorar los síntomas de la esquizofrenia, tanto positivos como negativos, y tienen un buen perfil de tolerabilidad. Tal como se describió en el simposio satélite virtual 2021 de la EPA, las características únicas de estos medicamentos podrían convertirlos en el tratamiento de elección en cada etapa del tratamiento de la esquizofrenia. 

El profesor Stephen Stahl, de la Universidad de California, Riverside y San Diego, EE. UU., comenzó explicando cómo los agonistas parciales de la dopamina D2 pueden ayudar a resolver un dilema central en el tratamiento de la esquizofrenia, mediante el cual, el aumento de la actividad dopaminérgica genera síntomas positivos mientras que la reducción de la actividad dopaminérgica genera síntomas negativos. 

Entre todos los medicamentos antipsicóticos, los agonistas parciales D2 de la dopamina son los menos propensos a la inducción del aumento de peso, la sedación y el parkinsonismo inducido por fármacos

Los agonistas parciales D2 de dopamina actúan bloqueando los receptores de dopamina D2 en el cuerpo estriado límbico para reducir la dopamina elevada. Dentro de su clase, los diferentes fármacos varían en su actividad en función de los diferentes subtipos de receptores D2, que a su vez varían en su distribución por todo el cerebro1-4

El apego al tratamiento es importante para los pacientes en etapa temprana y las diferencias en los perfiles de eventos adversos son un aspecto esencial para seleccionar el tratamiento. Entre todos los medicamentos antipsicóticos, los agonistas parciales D2 de la dopamina son los menos propensos a inducir aumento de peso, sedación y parkinsonismo inducido por fármacos, explicó el profesor Stahl.5-9

No es una práctica común utilizar estos fármacos al principio del tratamiento, dijo, pero es posible que debamos repensar esta opción para los pacientes que nunca han recibido tratamiento y que tienen un primer episodio de psicosis. 

 

Eficacia sostenida en etapas medias y crónicas 

Es posible que debamos repensar el tratamiento para pacientes sin tratamiento previo 

El profesor Stephan Leucht, de la Universidad de Munich Alemania, describió los beneficios de los agonistas parciales D2 de dopamina sobre la recaída y la remisión. En un estudio a largo plazo (hasta de 72 semanas de duración) con un agonista parcial D2 de dopamina en pacientes con un diagnóstico de esquizofrenia de más de un año y un episodio psicótico actual de menos de cuatro semanas de duración, el tratamiento con un agonista parcial D2 de dopamina retrasó significativamente el tiempo hasta la recaída (326 días) en comparación con placebo (92 días, p = 0,009)10

El 42% de los pacientes tratados con un agonista parcial permanecieron en remisión hasta 6 meses consecutivos frente a solo el 27% de los que recibieron placebo10

Las necesidades del paciente son lo primero

Las etapas tardías de la esquizofrenia involucran la aparición de episodios recurrentes y la enfermedad se convierte en una enfermedad que no remite. Para maximizar la efectividad del tratamiento en esta etapa de la enfermedad, el tratamiento generalmente implica combinaciones de terapias o dirigidas a una recuperación relativa.

Con un enfoque en los síntomas negativos de la esquizofrenia, el profesor Peter Falkai, de la Universidad Ludwig-Maximilians en Munich Alemania, describió un estudio de dos años, realizado en pacientes con síntomas negativos predominantes de más de seis meses de duración, asignados al azar para recibir un agonista parcial D2 de la dopamina vs un tratamiento antipsicótico estándar. Se observaron beneficios significativos a favor del agonista parcial D2 de la dopamina en términos de la funcionalidad del paciente; i.e. desempeño personal y social; (PSP por sus siglas en inglés) y los subdominios de PSP que reflejan las actividades de la vida diaria.11 

El tratamiento de la esquizofrenia debe involucrar el tratamiento de aquellos aspectos de la enfermedad que impactan en las necesidades de la vida real de las personas y por lo tanto, debe individualizarse en cada etapa del trastorno. 

 

El apoyo financiero educativo para este simposio satélite fue proporcionado por Richter-Ricordati 

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Referencias

  1. Stahl SM. CNS Spectr 2017; 22: 375-384
  2. Stahl SM. 4th Edition, New York. NY. Cambridge University Press 2013
  3. Lacroix LP et al. Neuropsychopharmacology 2003;28:839-49
  4. Leggio GM et al. Neuropsychopharmacology 2008;18: 271-277
  5. Stahl SM. Actra Psychiatr Scand 2020; 10.1111:acps.13266
  6. Citrome L et al. CNS Spectre 2018: 23: 228-38
  7. Pillinger T et al. Lancet Psychiatry 2020: 7: 64-77
  8. Huhn M et al. Lancet 2018: 394: 939-951
  9. Abbas A and Roth BL. Expert Opin Pharmacotherapy 2008; 9: 3251-3259 
  10. Correll. J Clin Psychiatry 2019; 80: 18m12495
  11. Németh GY. Lancet 2017: 389: 1103-1113